12 de enero de 2014

UNAS LINDAS VACACIONES PARA REFLEXIONAR

Entraba en una encrucijada, no sabía que hacer; por un lado mi esposa pidiéndome que fuéramos a darnos unas vacaciones bien chéveres donde la familia y por el otro lado yo con mi inseguridad y miedo a perder una  estabilidad ficticia, ya saben estabilidad económica y de vida. Digo ficticia porque en ocasiones las cosas no son como parecen y por estar pensando en esto dejamos de vivir experiencias lindas al lado de quienes más queremos.


En todo el año no era que yo hubiera trabajado mucho, la verdad mi vida laboral había sido muy corta y la mayor parte del año había estado de amo de casa y con mi nena. Por otro lado mi esposa (aunque aún no somos casados, así la llamo.) si había empezado a trabajar desde el final del enero y ya llevaba en su cargo un buen tiempo. Por esas cosas de la vida y esta inestabilidad laboral que hay por todo lado, cuando creíamos que teníamos algo seguro, a ella (mi esposa) la despidieron de su empleo de manera injustificada. Eran ya los meses finales del año.


En ese momento me sentía terrible y lleno de inseguridad, yo estaba sin empleo y mi esposa acababa de perder el suyo; pero por esas cosas bonitas que tiene ella (mi esposa) como virtudes, se sentía segura y quería las vacaciones, unas vacaciones inolvidables y donde pudiéramos disfrutar al máximo con la familia que hace tiempo no veíamos y por su puesto nosotros con nuestra hermosa pequeña (tenemos una niña de 5 años).


Por algunos días me resulto un trabajo en el que gane un dinero, que nos cayó muy bien y también debo mencionar que teníamos algo a nuestro favor, ya que por la manera injustificada por la cual habían despedido a mi esposa, la empresa la debía indemnizar, por lo cual nos resultó un buen dinero para esos días. Aunque en el fondo yo también quería mucho el plan de las vacaciones, pues sabía que con el dinero que teníamos lo podíamos hacer, me mataba la idea de estar desempleado y el tener que volver al principio de año siguiente al feo trabajo de repartir hojas de vida.

Quería quedarme en la ciudad y empezar a buscar trabajo lo más rápido posible sin embrago, mi esposa no quería eso, y me insistió tanto que al fin de mala manera opte por hacer las cosas a la manera de ella (claro, en el fondo yo también quería las vacaciones, pero tenía miedo). Un día sin mucho plan ella empacó las maletas y salimos de viaje; yo aún sin estar muy convencido y bastante inseguro iba en ese bus interdepartamental o intermunicipal (algo así se llaman, no.) mi esposa feliz y la niña también.

Aquel día viajamos bastante tarde en la noche, de hecho ya habían transcurrido algunos minutos del día siguiente (se pueden imaginar, era más de media noche) estábamos en el frío terminal del sur y partíamos hacia el sur del país a Pitalito, Huila, tierra bonita y cálida nos esperaba. El viaje se prolongó por algo más de 10 horas y al final nos estábamos mareando todos en el bus, jejejejejeje teníamos hambre y no había sido muy cómodo (dos puestos para nosotros dos y la niña, por cuestiones económicas) Pero al fin habíamos llegado.

Luego de estar unos días en casa de mis abuelos paternos, donde nos atendían muy bien y el pueblo que es bastante agradable (hasta pinta ya para ser una ciudad y todo) viajamos a la vereda donde tienen la finca mis padres, otros familiares y unos tíos a los que queremos mucho. Un poco lejos del pueblo y en un relieve más alto, por lo cual es frío y llueve seguido en aquel lugar, aunque no por ello dejar de ser un bonito destino para visitar; las vacaciones estaban resultando bastante bonitas y divertidas.

Ya en la finca con mi mamá, todo estaba muy bien, es una bonita atmósfera, un cielo limpio y un aire suave para respirar. La finca de mis padres es una pequeña parcela, en la cual se cultiva café, el famoso producto por el cual se conoce nuestro país en todo el mundo, un producto que los campesinos como ellos (mis padres), se sacrifican mucho para cultivarlo y poder tener un sustento, pero que el gobierno no apoya en nada con los precios con los que se los pagan. Y debido a esta situación mi papá, no estaba en la finca con mi madre, debía estar en el pueblo trabajando en otras labores para apoyar sus ingresos económicos y poder así sustentar sus necesidades y deudas que nunca faltan.  

El último hecho hacia un poco triste la visita, debido a que la familia no estaba completa. Me levantaba a ayudar a hacer las labores propias de la finca  a mi madre, un trabajo bastante lindo y gratificante, no tienes jefes fastidiosos, no hay supervisores, respiras aire libre en todo momento y la labor no es cosa del otro mundo; bueno, debo admitir que cuando el día se pone frio y la lluvia llega también es un poco desagradable. Yo sabia pasar el día de la mejor manera con mi celular (modesto) y su memoria de 4Gb llena de música, me gusta mucho porque lo ponía a sonar todo el día y la batería aguantaba (cosa que no pasa con algunos celulares de última tecnología). Al final del día salíamos con los primos, amigos y conocidos de la vereda a jugar micro en una cancha con piso de tierra y los pórticos hechos de guadua.

Mi hija se divertía mucho en este aire libre y bonito, estaba contenta porque había vuelto a ver a su perro Lucas, un cachorro que habíamos llevado desde Bogotá, hacia un par de años atrás y que se había criado por allá. Le gustaba jugar con sus primitos(as) de similar edad o un tanto mayores, iba a ver televisión donde los tíos que mencione que queremos mucho. Mi señora esposa, estaba muy feliz de estar en la finca, también salía a jugar con nosotros en las tardes, olvide mencionar que también las primas, amigas y conocidas salían a jugar micro, a todo mundo le gusta el deporte por allá.

Para la fiesta de navidad estuvimos donde un primo y su esposa, ellos curiosamente tienen una de sus dos niñas que cumple años precisamente el 24, ese día fue genial, bailamos y nos divertimos bastante, la madrugada del 25 nos llegó y calentábamos las gargantas con aguardientico (no me gusta mucho, pero estaba rico y frío). Al final de la madrugada nos llegaba el sol a la cara, luego de que se habían retirado muchas personas poco a poco, y otros cuantos se habían ido a dormir en las camas de la casa, solo quedábamos ya sentados y bebiendo suave en la sala 5 personas, mi primo (el anfitrión) y su esposa, otro primo, mi esposa y yo. Cuando ya eran las 7:30 del 25, decidimos irnos a dormir.

Había sido una noche muy linda la del 24, cuando llegamos a la casa de mis padres, quienes también habían estado en la fiesta pero se habían marchado pasada la media noche, se estaban levantando; el reloj marcaba como las 8:30, recuerdo que me tome un tinto y luego con mi esposa, nos fuimos a dormir, la niña había descansado en casa de mis primos. El 25 dormí hasta las 15:00, mi esposa que se había levantado antes me llamó y me dijo que fuéramos a jugar micro como era ya habitual. Nos fuimos a jugar, no había mencionado que la cancha queda en la finca contigua a la de mis padres y que es propiedad de mis tíos queridos. La niña se iba a ver la televisión y nosotros a jugar.

Cuando acabamos de jugar y nos acercamos a la casa de mis tíos, estaban empezando a bailar, y hay nos quedamos jejejejejee, ese día casi todos los hombres de la casa estábamos en traje propio para jugar microfútbol, no nos habíamos cambiado, ni nos dieron tiempo. Así bailamos maravillosamente hasta la 1 de la madrugada del 26. Los días transcurrían de una manera sensacional, y no estaba tan preocupado por la situación ni ninguna de esas cosas, y para que lo hacía, al fin y al cabo con eso no conseguiría nada y si podía arruinar las vacaciones.

Cuando ya llevábamos cerca de un mes de paseo y en pleno fin de año, otros tíos que viven en mi tierra natal Florencia, los cuales tenían planeado ir a donde estábamos, habían cambiado de opinión y por diversas circunstancias ya no podían ir a reunirse con toda la familia allá.  Pero querían pasar con nosotros un 31 de diciembre que desde hacía mucho tiempo no compartíamos y que desde que tengo esposa jamás había pasado.

Para el 29, nos recogieron en su carro (el de mis tíos de Florencia) y el de un primo hijo de ellos. Y es que íbamos varias personas, mi sobrinito de 6 años (hijo de mi hermana, que no había ido al paseo por su trabajo), mi mamá, mi esposa, mi niña y un primo hijo de los tíos que nos invitaron, que estaba por allá y que se había ido adelante por el posible viaje que tenían y ahora estaba de regreso.
Florencia, era otra cosa, genial mi pueblo, mi tierra. Bastante calor, playa y río jejejeje. El mismo día que llegamos en la tarde nos fuimos para el rio, en la entrada de la ciudad; este lugar es tan maravilloso que mi pequeña lo llamó “el paraíso” y mi esposa estaba que no cabía en la ropa de contenta. Yo a estas alturas del paseo me lo disfrutaba al máximo. El 31 muy temprano en la mañana, mis tíos y un primo habían comprado un marrano para el asado del día, para comer en la noche. En la tarde con los primos, mi esposa y mi niña estábamos en el río, casi hasta las 18:30 y recochábamos diciendo que nos iba a coger el año nuevo en el río jejejejeeje.

Ya en la noche se alisto la parrilla, la leña y la carne de marrano que mi tío había arreglado finamente, fuego y listo. Comíamos las deliciosas rellenas que habían hecho las señoras de la casa, cervecitas frías que mi primo (el hijo mayor de mis tíos los de la casa en Florencia) había llevado junto con Whisky. Equipo de sonido a todo volumen y música para la fecha que la cosa se trataba de bailar. Que noche tan linda, los niños se divertían jugando, los adultos hablando, bailando y comiendo carne asada, de la cual mi hija cada rato me pedía otro pedacito mas jejejeje

Fotos por aquí y por allá, luego la quemada del muñeco de año viejo que algunos de la cuadra habían fabricado, había mucha alegría; en punto de las 12 la pólvora sonaba por todos lados (ojala que la hayan manipulado de manera adecuada y gente adulta) los de la casa no habíamos comprado nada de eso, los abrazos iban y venían, igualmente los besos; no podía creer que todo eso estaba sucediendo, las grandes ciudades absorben tanto a la gente que en ocasiones nos olvidamos de estas cosas bonitas que existen. Solo los que hemos tenido la oportunidad de vivir una fiesta de pueblo, sabemos de lo bien que se pasa.

Además estaba con mi familia querida, también con mis padres.  Cerca de las 3 de la madrugada del primero se escuchaba todo mundo a dormir, a dormir que toca descansar para el paseo al río. El 1ro me levante como a las 8:30 de la mañana y la gente ya estaba revoloteando por ahí alistando todo para el paseo de río. Fuimos a un río en otro municipio cerca de Florencia, que se llama Morelia, un río ancho y de bajo nivel, en el lugar que estábamos podíamos cruzarnos de un lado al otro del río haciendo pie (caminando). Íbamos bastantes familiares, era muy rico. Habíamos viajado en los carros de mi tío y mi primo, en las motos de mi papá, y de otros primos. Mi hija al llegar a este nuevo río decía: “otro paraíso!!!”  - muy maravillada. Almorzamos y nos bañamos, aunque debo confesar que no me gustaba tanto como el río al que íbamos en la entrada de Florencia.

A las 16:30 comenzamos a salir del río y a alistarnos para volver a casa el 1ro, luego de un buen paseo, mis padres y mi sobrinito ya se habían marchado para la finca nuevamente, habíamos pasado con ellos unas lindas fiestas. Nosotros mientras tanto nos quedamos otros días más en el clima caliente de mi ciudad. Es tanto el calor de allá que uno en el día mantiene en pantalonetas, camiseta y chanclas y en las noches una sábana no te la soportas, sin embargo es delicioso. Íbamos al río tarde tras tarde, mi pequeña inclusive aprendió a nadar mucho más, y nos divertíamos cada día. Luego de ocho días donde mis tíos, las vacaciones llegaban a su fin.

Como dije alguna vez: lo más duro de las vacaciones es la vuelta a casa. Jejejejeje el último día antes del regreso no fuimos al río y curiosamente ese día desde por la mañana, estuvo muy frío el clima en comparación a los otros días y nublado el cielo. Ya habíamos disfrutado bastante y debíamos descansar para estar preparados para el largo viaje de regreso.

El agradecimiento era infinito para cada una de las personas, de nuestros familiares que nos recibieron en cada lugar que visitamos, a mis padres, abuelos, tíos(as), primos(as) y conocidos(as), cabe mencionar que es solo familia de mi parte la que visitamos, pero con la que mi esposa la va muy bien y ellos la quieren mucho. Nos habían tratado como reyes prácticamente. Nuevamente en el terminal, esta vez en el de Florencia, y ya en el bus de regreso, solo podía agradecerle a mi esposa por haberme insistido tanto en las vacaciones, solo podía darle las gracias por habernos regalado esas vacaciones, pues de no ser por ella no habrían sido realidad.

En ocasiones el destino nos da las oportunidades de disfrutar y compartir de la mejor manera cada momento con nuestros seres queridos, pero esas oportunidades pueden ser desperdiciadas por nuestros miedos, prejuicios e inseguridades; solo cuando te atreves a dar un paso diferente y descubres de lo lindo que te pudiste haber perdido si no lo hubieras intentado, es cuando empiezas a valorar lo hermoso que te ofrece la vida; fue entonces cuando me dí cuenta que fueron ¡unas lindas vacaciones para reflexionar!.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario