Una madrugada en la víspera de la Navidad para ver el partido más importante del momento en el mundo, el clásico que paraliza al mundo dicen los anunciantes, una nueva edición del clásico de la Liga de las estrellas, esta vez en el Bernabéu. El equipo del mejor jugador del mundo Messi, visitaba al equipo de Cristiano, la estrella mediática del Madrid.
El Real Madrid, recibía al F.C. Barcelona, que llegaba como súper líder de la competición doméstica española, que venía de manera invicta y muy distinto al Barça, que había enfrentado 4 meses atrás en la Súper Copa de España. El equipo local muy lleno de aire en la camiseta por la actual obtención del Mundial de Clubes, llegaba con el profundo deseo de recortar puntos al equipo culé que le aventajaba por 11 unidades en la tabla, con la convicción de hacer respetar su casa y con el recuerdo de los más recientes enfrentamientos que le hacían pensar que podían acabar con la imbatibilidad del conjunto azulgrana, los merengues salían confiados.
La plantilla del Barça, celebrando en el vestuario del Barnabéu, su gran triunfo 0-3 |
Messi, comandante del club catalán, se presentaba en el Bernabéu, con las credenciales de ser la actual Bota de Oro de Europa y Pichichi de La Liga, con 14 goles. Contra un Cristiano Ronaldo, venido a menos en el torneo local, pese a haber recibido su quinto Balón de Oro y sin ser el mejor de su equipo ya que muchos consideran que es Isco, el mejor de la plantilla blanca. Pero además ambos llegaban con la opción de ser el máximo goleador de 2017 igualados con 53 tantos. La expectativa crecía por ver quién dictaría sentencia en el clásico.
Por temas de rivalidad desde los medios madridistas, hasta los propios jugadores del Real Madrid, empezando por Cristiano, querían que el conjunto culé le hiciera 'pasillo' al campeón del mundial de clubes. Pero desde la directiva del club catalán, se anunció que no se les haría dicha reverencia, cosa que por tema de amarillismo y morbo escandalizó a los de la prensa de Madrid.
Varias cosas por perder para cada cuadro, por parte del Barça, el invicto en La Liga, el récord de la portería menos vencida del torneo, el recorte en los 11 puntos de ventaja y el hilo de los 2 últimos triunfos en el Bernabéu, como visitantes.
Para el Real Madrid, un poco más complicada la cosa, tenía la mayor responsabilidad, es su estadio, su casa y debía hacerla respetar, temía alargar la racha negativa de 2 partidos consecutivamente perdidos por Liga ante el Barça, estaba clasificado cuarto en la tabla a 11 puntos y con el riesgo de quedar a 14 del líder.
Los incentivos para el Barça, eran los de mantener el liderato y alargar la diferencia a 14 puntos contra el Real Madrid, el más serio aspirante a dar pelea y con el conocimiento de la caída del segundo Atlético de Madrid, el día anterior ante el Espanyol, la posibilidad de extender su racha ganadora en territorio rival blanco, completando 3 partidos ganados de manera consecutiva y llegar a 7 partidos ganados en los últimos 10 encuentros ligueros en el Bernabéu, de los cuales solo perdió 2.
Por parte del Real Madrid, tenía La posibilidad de quitarle el invicto al cuadro azulgrana, la ilusión de ponerse a 8 puntos con un partido menos. Cortar la racha negativa de dos partidos consecutivos perdidos en su casa. Demostrar al Barça, y al mundo que son los mejores y que estaban más vivos que nunca en la lucha por La Liga.
Las especulaciones se disiparon con el pitazo inicial y el balón rodando, el primer tiempo no pintaba nada bien para el cuadro culé, en el comienzo, se veía a un Madrid, muy organizado en defensa y con la presión bien alta para impedir que el conjunto de Valverde, tomara partido, con el paso de los minutos se equilibró un poco el encuentro aún así parecía mejor el conjunto local que non tuvo ninguna clara. Trás los primeros 45 minutos, con una pifia monumental de Cristiano, de cara al gol, una atajada de Stegen y un postazo de Benzema, para los de Madrid y dos atajadotas de Navas que impidieron en dos oportunidades el grito de gol de buen Paulinho, el 0 por 0 se mantuvo.
Aunque en el primer tiempo poco apareció Messi, y si un poco más Cristiano, aún faltaba el gran desenlace de este clásico mundial. De la primera parte hay que rescatar las actuaciones de los centrales del Barça, Pique y Vermaelen, Iniesta también jugó bien junto a Paulinho, el que tuvo la oportunidad de anotar. Las estadísticas mostraban que el Madrid, marcaba sus goles en el primer tiempo y pues dicho esto ya se les había acabado su oportunidad; pero para el Barcelona, la estadística era otra, ya que el conjunto culé, prefiere los segundos tiempos para anotar.
Fue en el segundo tiempo de juego cuando su Majestad el Rey de los Clásicos, don Lionel Messi, dijo presente, con una soberbia actuación; obviamente acompañado por el alza de su equipo, en especial de Sergi Roberto, el siempre eficiente Alba, la claridad de Busquets, Rakitic, la lucha incansable de Suarez y el gran Paulinho, junto al buen comportamiento de la defensa central.
Fue una gran jugada desde atrás gestada por Busquets, quien tocó la pelota a Rakitic, quien con la mitad de la cancha libre, tras la distracción de los jugadores del Madrid, por detener a Messi, dejaron correr al croata rumbo al arco de Keylor, cerca a la media luna abrió a la derecha la pelota para Roberto, quien de primera la cruzó para el pistolero Lucho Suarez, quien vulneró al Tico y puso el 1 por 0
El Pistolero Suarez, festeja el gol ante el Madrid en el 1-0 |
La prensa de Madrid, que tanto ataca al charrua se tuvo que tragar las palabras una vez más sus palabras y callar ante un nuevo gol del mejor 9 del mundo que ya suma 6 goles más que Cristiano, en La Liga y llegó a 10 tantos. Era evidente el dominio del club azulgrana en campo vikingo, que no contaba con la actuación de su mejor jugador Isco, por disposición de Zidane, que prefirió protegerse de Messi y mostró su miedo al poner a Kovacic, como marca permanente del crack argentino.
El portugues Cristiano, volvió a desaparecer en el Bernabéu, ante su gente; pero además su equipo parecía un mar de nervios. fue así como en otro gran ataque montado por Messi, el Barça, anotó otro gol, pero que fue anulado por el arbitro ya que había pitado con anterioridad una mano grosera y clamorosa de Carvajal, que se creyó portero. El juez decretó penal y el lateral fue obviamente enviado a las duchas, ni siquiera protestó, no había forma de hacerlo.
Messi, dejó otra postal para la historia en el Bernabéu, dónde se le da anotar goles. Es el Rey de los clásicos. |
Fue entonces cuando con la jerarquía que lo caracteriza apareció Papá Lionel. Messi, se encargó de cobrar el penal para convertirse en el máximo goleador de los clásicos en el Bernabéu, y llegar a la cifra de 25 goles en total en la historia de esta rivalidad y además superar a Cristiano, desaparecido del partido y de la lucha por ser el goleador de 2017. Con el 0 por 2 a favor del conjunto culé, y un hombre menos de los merengues, todo era más claro para los de Valverde.
El Madrid, con 10 siguió buscando más por cuestión de honor y sin mucha claridad, el más cercano a descontar fue el ingresado Bale, que no pudo romper a la muralla alemana Marc Ter Stegen. Ya sobre el final y con un Real Madrid, finalmente resignado, con otra gran demostración de Messi, y pase a Aleix Vidal, el lateral puso en el tablero el determinante 0 por 3.
Finalmente no fue el Real Madrid, tan bueno como se creía por haber ganado el Mundial de Clubes. el Barça, le dio un golpe de autoridad y lo hundió aún más en la cuarta plaza de La Liga Santander, a 14 puntos. Papá Lionel, mostró una vez más que es el mejor jugador del mundo y la pesadilla del Madrid, desde hace más de una década. Ya son 7 triunfos en el Bernabéu, por parte del Barcelona, en sus últimas 10 visitas y solo cayó en 2 ocasiones. Escandaloso recordar que en sus últimos 3 partidos el Real Madrid, recibió como local 10 goles culés y solo pudo anotar 2.
El clásico de la vispera de Navidad, fue azulgrana como de costumbre en el campo de los merengues, los que pidieron 'pasillo' se terminaron llevando un 'paseillo', es por eso que Papá Lionel les desea Messi Christmas.
Papá Lionel |
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