De
repente me encuentro observando aquella fotografía en la pared, en la que estamos
tú y yo sentados sobre un césped recién cortado, el césped del campo de paradas
del batallón de donde ese día salía de prestar mi servicio militar. Bajo la
foto y la pongo junto al ordenador, miro que llevábamos juntos unos pantalones
de jean con bota campana, una sonrisa melancólica surge en mi rostro, ambos
teníamos una chaqueta también de jean, el color de mi traje era de un azul
oscuro intenso y el de tu ropa era un color azul gastado, más claro. Juntos
ahí, ni sé quién nos tomó la foto, tú estás un poco, solo un poco más adelante,
yo tengo mi brazo derecho sobre tu hombro alrededor de tu cuello y mi cara roza
con la tuya.
Ese día
me acompañabas enamorada, yo también estaba enamorado de ti y me sentía feliz de
que estuvieras conmigo en un día tan bonito de mi vida. Ese fue el año en que
nos hicimos novios, desde ese año empezaste a ser mi más grande compañera de la
vida, mi fiel y leal escudera, mi mano derecha y mi mano izquierda también, mi
todo, mi mundo, mi amor. Desde eso ya han pasado 13 años, increíble ¿Verdad?
Porque parece que fue ayer.
Viendo
esa fotografía pienso que, éramos tan jóvenes, éramos inexpertos y hasta
inocentes, no sabíamos lo que la vida nos depararía, ni siquiera hasta cuando
iríamos a estar juntos tomados de la mano. Pero en el libro del destino que no
sé quién escribió, y se lo agradezco, estaba escrito que seríamos un amor y una
vida para siempre.
“Amo” y
“Soy Tuyo” dos hermosas canciones que me dedicaste en aquellos días, fueron el
presagio de lo eterno que sería nuestro amor, nuestro hogar. Amo la forma como
siempre me haces reír, para todo tienes una voz de aliento y una solución,
desde el inicio fue así. Te conquisté con una carta, tú me llamas “mi poeta”
por eso, porque nunca dejé de escribirte y ¿sabes? Nunca dejaste de ser mi
inspiración.
Hoy
cumplimos 13 años de estar juntos, pienso en todo lo que hemos pasado, lo mucho
que hemos reído y llorado, lo mucho que hemos luchado y ganado, también lo que
hemos perdido, lo que hemos aprendido y olvidado, pero nunca hemos estado más
enamorados, más felices, más unidos que ahora. La vida sigue y no se detiene,
“el amor se acaba” dicen algunos, “todo se vuelve costumbre” dicen otros, sin
embargo, lo único cierto es que nuestro amor nunca se acabó y si me acostumbré
a ti fue por tu culpa, por amarme tanto, sin medidas, sin restricciones, sin
exigencias y tan tremendamente fuerte.
Yo
también te amo, te amo más y sigo “Locamente enamorado” como lo dice aquella
canción, la que hicimos nuestra, ¡tú sabes! Es imposible para mí escribir estás
líneas sin que se me escapen las lágrimas, son lágrimas de felicidad y
melancolía, es la nostalgia al recordar aquellos años y luego lo mucho que
hemos vivido juntos, experiencias maravillosas. Espero vivir muchos años más
junto a ti, hasta viejitos.
Feliz
aniversario número 13, Mi Reina.