Escucho el ritmo de la música y con ella me siento feliz, me siento vivo, goza mi alma, goza mi cuerpo. Música tocada con guitarra acústica, hermosas melodías, el sonido de sus cuerdas es delicioso.
Ritmos de reggae o rock, no importa siempre que sean tocados con una guitarra, música viva, música de verdad. Es tarde en la noche, se escuchan las gotas de lluvia caer en el tejado y aquí sigo yo, escuchando melodías alegres, sabrosas, divertidas y hasta bohemias.
Cuando se acaba una canción parece que se corta la inspiración, pero, con la siguiente renacen las ideas y se producen en mí más ganas de escribir. Sentado frente al ordenador, una pierna sobre la otra y moviendo el pie apoyado en el suelo, sigo el ritmo, escucho las letras.
Salto una que otra y me detengo justo donde mis sentidos se conectan con una canción que los altera. Música, bendita música, vives en mí. Vive en mí ese sonido acústico de guitarra que enamora.