Sexo, esa sencilla y simple palabra parece atraer de manera muy eficaz la atención de todos, ya que en la actualidad y desde hace muchos años comenzamos a encontrar en todo lado algo relacionado con el sexo. Lo que durante la antigüedad y por mucho tiempo llego a ser tabú para las sociedades, hoy en día es algo de lo que se puede hablar libremente y sobre lo que se pueden tomar las decisiones que queramos según nuestro criterio.
Es
curioso ver que algo absolutamente inherente a nuestra naturaleza humana,
durante mucho tiempo llego a ser algo de lo que era prohibido hablar e
inclusive practicar, las leyes de los estados y las doctrinas religiosas
privaban a las personas de vivir una sexualidad plena y libre. Lo más curioso
es que todos lo practicaban, claro está que de una manera más reservada y
prácticamente para un fin reproductivo nada más.
Pero
definitiva y afortunadamente todo eso ya ha cambiado y hoy en día el sexo es tomado y aceptado tan
normalmente como cualquier necesidad fisiológica del ser humano. El sexo llega
a ser tan importante para las personas que inclusive mueve una gran industria
en el mundo entero, la conocida industria de los(as) trabajadores(as) sexuales,
que pasa a ser una de las más rentables.
Pero
bueno, en nuestro entorno cotidiano es algo normal e igualmente necesario, algo
de lo que disfrutamos y con lo que nos sentimos muy bien. Para este siglo, el
sexo como conocimiento y practica de todos llego a ser un factor
importantísimo en el cambio del mundo, desde que se comenzó a tomar como algo
que se puede practicar más allá de las necesidades reproductivas y pasó a ser
objeto de disfrute y diversión para muchos.
De
una manera bien entendida el sexo puede llegar a proporcionarnos satisfacción
y placer, pero, de una manera mal entendida nos puede conducir por caminos
oscuros y desagradables. La idea es que podamos disfrutar de él de una manera
sana y responsable, pensando siempre que lo que hacemos nos puede como todo en
la vida, acarrear consecuencias desagradables o buenas según lo manejemos.
De
la manera en que conozcamos y confiemos en una persona podemos obtener un
mejor disfrute de nuestros encuentros sexuales. El sexo es un mundo fascinante
que saca lo más pasional, intenso, primitivo y hasta animal de nuestros seres.
Es algo que encierra un cumulo de sensaciones que van ligadas a la química que
generen los cuerpos, al instinto y al deseo.
La sexualidad se puede disfrutar de maneras diversas, se puede
fantasear, saborear, oler, oír, sentir, etc. En la sexualidad se aprende y se
enseña, nunca hay un punto exacto para determinar el amante favorito,
simplemente hay diferentes maneras de amar y muchas, muchas formas de
disfrutarlo.
No
se debe ver el sexo como algo que va ligado específicamente a una relación
fija, ya que se puede deleitar con él de una manera abierta. Inclusive las
parejas más estables establecen normas que dan libertades a sus miembros, para
tener encuentros sexuales con otras personas. Lo anterior puede llegar a ser
visto como un tabú en la sociedad general, pero es algo que van en aumento. Las parejas liberales pueden experimentar muchas emociones al disfrutar del cumplimiento de sus fantasías.
Con
las campañas para la tolerancia que se hacen actualmente también va de su mano
el sexo. Se pueden conocer parejas que están dispuestas a llevar el
disfrute de sus relaciones sexuales a otras dimensiones, donde se mezclan más
individuos, de lo cual se obtiene más placer y experiencias de las que se
afirma, dan nuevas ideas, nuevos aires a
las relaciones.
La
química que se genera entre dos cuerpos cuando se gustan los puede conllevar
luego al sexo. En las relaciones de pareja principalmente es el
combustible que mantiene encendida la llama del amor. Es mucho más placentero
convivir con una persona a la cual encuentras agradable para tocar, consentir,
besar, oler, etc. Y de la cual recibes lo mismo, que pasar tu vida con alguien
al que le resultas o te resulta apático.
Para
las relaciones sexuales no necesitas horarios, lugares específicos, ni un
ritual especial. Se trata de disfrutarlo con la persona apropiada e indicada, en
el momento preciso y de la manera adecuada. De hecho en circunstancias poco
habituales y de maneras más rusticas puede llegar a ser muy interesante y
exquisito. Las llamadas aventuras nos dan otra perspectiva de las cosas y nos
proporcionan encantadoras experiencias.
Las
aventuras no necesariamente las tienes que vivir con personas fuera de tu
relación, inclusive con tu pareja estable las puedes disfrutar. Las aventuras
sacan a las personas de la rutina, despierta más excitación y por ende generan
mayor placer y disfrute.
No
hay que tener miedo a hablar de sexo, sobre todo no hay que tener miedo a
hacerlo, como lo dice la frase “haz el amor no la guerra” (jejeje). Muchos científicos afirman que el sexo ayuda a mejorar la salud, fortalece las relaciones de pareja,
ayuda hasta a las amistades, definitivamente hay que practicarlo. Como diría HUGH
HEFNER, "no creo que tenga nada de malo"